AW | 2022 10 19 20:33 | AIRLINES ALLIANCE

Accionistas de Spirit Airlines respaldan venta a JetBlue Airways

Los inversores en Spirit Airlines votaron el Miércoles 19/10 para vender la aerolínea a JetBlue Airways, una combinación que podría remodelar la industria de las aerolíneas en los Estados Unidos al crear un competidor más viable para las cuatro aerolíneas dominantes. Pero la adquisición aún enfrenta el mayor reto, el escrutinio antimonopolio de la Administración Biden.

Los resultados preliminares de la votación representan una victoria para JetBlue Airways, que ha luchado durante años para encontrar un camino hacia una rápida expansión y cuya sorpresiva oferta por Spirit Airlines interrumpió una oferta anterior de Frontier Airlines. No se espera que la adquisición, que valora a Spirit en US$ 3.800 millones de Dólares, se cierre hasta 2024.

Ahora que JetBlue Airways ha persuadido a los accionistas de Spirit Airlines, debe defender el acuerdo del escrutinio federal antimonopolio. Los reguladores de aviación se han opuesto firmemente a la consolidación corporativa, particularmente en industrias actualmente dominadas por unas pocas líneas aéreas. El Departamento de Justicia (DOJ) está demandando para evitar una asociación JetBlue airways—American Airlines en Boston y Nueva York, y ha comenzado una revisión del acuerdo JetBlue—Spirit.

La Senadora Elizabeth Warren, Demócrata de Massachusetts (MA), ha solicitado en Septiembre 2022 al Secretario de Transporte Pete Buttigieg que ejerciera una autoridad rara vez utilizada para evitar la fusión, diciendo que reduciría la competencia. «Hay amplia evidencia de que otra gran fusión de aerolíneas probablemente perjudicaría a los consumidores estadounidenses», escribió la Senadora.

JetBlue Airways ha argumentado consistentemente lo contrario, diciendo que su compra de Spirit Airlines beneficiaría al público que vuela. Después de una serie de fusiones que terminaron hace casi una década, cuatro aerolíneas controlan alrededor de dos tercios de los viajes aéreos nacionales. United Airlines, la cuarta más grande, tiene el 14,9 por ciento del mercado. Alaska Airlines ocupa un distante quinto lugar, con un 5,8 por ciento, seguida de JetBlue Airways, con un 5,4 por ciento, y Spirit Airlines, con un 4,7 por ciento. «Queremos crear una aerolínea verdaderamente nacional y única que brinde una oferta mucho más competitiva, una aerolínea que ofrezca tarifas bajas y un gran servicio», dijo Robin Hayes, Director Ejecutivo de JetBlue. La adquisición ayudaría a JetBlue a lograr una rápida expansión, un objetivo que ha mantenido desde al menos 2016, cuando perdió una guerra de ofertas por Virgin Airlines America ante Alaska Airlines. La aerolínea seguiría llamándose JetBlue Airways, con sede en Nueva York y dirigida por Robin Hayes, con 458 aviones y 34.000 empleados. Los aviones de Spirit se convertirían para que coincidieran con los de JetBlue en apariencia y configuración de asientos. JetBlue Airways ha dicho que espera que la fusión produzca entre US$ 600 y 700 millones de Dólares en ahorros anuales y estimó que la aerolínea combinada generaría alrededor de US$ 11.900 millones de Dólares al año en ingresos.

Dos prominentes firmas de asesoría de accionistas recomendaron este mes que los inversionistas aprueben la fusión, señalando que los accionistas se beneficiarían incluso si los reguladores impidieran la venta a JetBlue a US$ 33.50 por acción en efectivo. Esto se debe a que JetBlue acordó pagar a los accionistas US$ 2.50 por acción por adelantado en la aprobación de la venta y luego 10 centavos por acción por mes el próximo año. La oferta de JetBlue representa una prima de más del 54 por ciento sobre el precio de las acciones de Spirit Airlines antes de que comenzara la guerra de ofertas en Febrero 2022.

Spirit Airlines y Frontier Airlines anunciaron planes ese mes para fusionarse y crear una aerolínea de bajo costo nacional. Semanas más tarde, JetBlue Airways hizo su oferta rival, sorprendiendo a los analistas de la industria. Spirit y Frontier trataron de desacreditar esa oferta, argumentando que JetBlue nunca obtendría la aprobación regulatoria y que podría haber presentado su oferta solo para arruinar sus planes. Pero después de meses de lucha, numerosos retrasos y el endulzamiento de la oferta de JetBlue, los accionistas rechazaron la oferta de Frontier, que no alcanzó la de JetBlue en alrededor de US$ 1 mil millones, en Julio 2022. Un día después, JetBlue y Spirit anunciaron su plan de fusión. Después de la tentativa venta, JetBlue ganaría una participación de mercado mayoritaria en más de una docena de rutas donde ni ella ni Spirit dominaban anteriormente de los horarios de vuelo (slots).

La mayoría de esas rutas comienzan o terminan en el Estado de Florida, donde cada aerolínea tiene una fuerte presencia. Desde Orlando, el nuevo JetBlue Airways operaría más del 80 por ciento de los vuelos hacia y desde San José en Costa Rica y Santo Domingo en la República Dominicana. La aerolínea también operaría más del 70 por ciento de los vuelos desde Fort Lauderdale a Punta Cana en la República Dominicana, Cancún en México y New York/La Guardia.

Para algunas rutas, principalmente dentro y fuera de Fort Lauderdale, la nueva sinergia sería la única opción para los viajeros. Incluyen vuelos a varios destinos en el Caribe y América del Sur. Para apaciguar a los reguladores, JetBlue ofreció desprenderse preventivamente de los activos de Spirit en Boston y Nueva York, donde American y JetBlue se han unido. JetBlue también dijo que esperaba expandirse en los aeropuertos centrales de las grandes aerolíneas, como Las Vegas, Dallas, Houston, Chicago, Detroit, Atlanta y Miami.

Las aerolíneas han dicho que su objetivo es terminar de integrar sus operaciones a más tardar en la primera mitad de 2024 y comenzar a volar como una sola aerolínea un año después. Si los reguladores impiden la venta, JetBlue Airways acordó pagar a Spirit Airlines US$ 70 millones de Dólares y a los accionistas de Spirit US$ 400 millones de Dólares. Incluso si los reguladores dejan que el acuerdo se apruebe, las fusiones de aerolíneas son notoriamente difíciles de lograr, lo que requiere la integración de sistemas informáticos, flotas de aviones, culturas de empresas y sindicatos con diferentes reglas. Los defensores de los consumidores y los funcionarios sindicales han expresado su escepticismo sobre el acuerdo, diciendo que los trabajadores y los clientes a menudo pierden en tales combinaciones.

JetBlue Airways y Spirit Airlines sirven a una clientela que es más joven y más propensa a tener hijos que la población general, según encuestas de miles de viajeros de ambas aerolíneas realizadas durante los primeros nueve meses del año por Morning Consult Brand Intelligence, una firma de investigación. Los clientes de JetBlue tienden a ser más ricos, pero eso puede reflejar su fortaleza en el noreste, la región con los ingresos familiares más altos.

Spirit shareholders backs JetBlue

Spirit Airlines shareholders back sale to JetBlue Airways

Investors in Spirit Airlines voted on Wednesday 10/19 to sell the airline to JetBlue Airways, a combination that could reshape the US airline industry by creating a more viable competitor to the four dominant airlines. But the acquisition still faces the biggest challenge, antitrust scrutiny from the Biden Administration.

The preliminary results of the vote represent a victory for JetBlue Airways, which has struggled for years to find a path to rapid expansion and whose surprise bid for Spirit Airlines cut short an earlier offer from Frontier Airlines. The acquisition, which values ​​Spirit at US$ 3.8 billion, is not expected to close until 2024.

Now that JetBlue Airways has won over Spirit Airlines shareholders, it must defend the deal from federal antitrust scrutiny. Aviation regulators have strongly opposed corporate consolidation, particularly in industries currently dominated by a few airlines. The Department of Justice (DOJ) is suing to prevent a JetBlue airways-American Airlines partnership in Boston and New York, and has begun a review of the JetBlue-Spirit deal.

Senator Elizabeth Warren, a Democrat from Massachusetts (MA), has asked Transportation Secretary Pete Buttigieg in September 2022 to exercise seldom-used authority to prevent the merger, saying it would reduce competition. «There is ample evidence that another major airline merger would likely hurt American consumers», the Senator wrote.

JetBlue Airways has consistently argued otherwise, saying its purchase of Spirit Airlines would benefit the flying public. After a series of mergers that ended nearly a decade ago, four airlines control about two-thirds of domestic air travel. United Airlines, the fourth largest, has 14.9 percent of the market. Alaska Airlines is a distant fifth, at 5.8 percent, followed by JetBlue Airways, at 5.4 percent, and Spirit Airlines, at 4.7 percent. «We want to create a unique and truly national airline that provides a much more competitive offering, an airline that offers low fares and great service», said Robin Hayes, CEO of JetBlue. The acquisition would help JetBlue achieve rapid expansion, a goal it has pursued since at least 2016, when it lost a bidding war for Virgin Airlines America to Alaska Airlines. The airline would continue to be called JetBlue Airways, based in New York and run by Robin Hayes, with 458 planes and 34,000 employees. Spirit aircraft would be converted to match JetBlue’s in appearance and seating configuration. JetBlue Airways has said it expects the merger to produce US$ 600 million to US$ 700 million in annual savings and estimated the combined airline would generate about US$ 11.9 billion a year in revenue.

Two prominent shareholder advisory firms this month recommended that investors approve the merger, saying shareholders would benefit even if regulators prevented the sale to JetBlue at US$ 33.50 a share in cash. That’s because JetBlue has agreed to pay shareholders US$ 2.50 per share up front on approval of the sale and then 10 cents per share per month next year. JetBlue’s offer represents a premium of more than 54 percent to Spirit Airlines’ stock price before the bidding war began in February 2022.

Spirit Airlines and Frontier Airlines announced plans that month to merge and create a domestic low-cost carrier. Weeks later, JetBlue Airways made its rival offer, surprising industry analysts. Spirit and Frontier tried to discredit that offer, arguing that JetBlue would never get regulatory approval and that it could have submitted its offer only to derail their plans. But after months of fighting, numerous delays, and the sweetening of JetBlue’s offer, shareholders rejected Frontier’s offer, which fell short of JetBlue’s by about US$1 billion, in July 2022. A day later, JetBlue and Spirit announced their merger plan. After the tentative sale, JetBlue would gain a majority market share on more than a dozen routes where neither it nor Spirit previously dominated the flight schedules (slots).

Most of those routes start or end in the State of Florida, where each airline has a strong presence. From Orlando, the new JetBlue Airways would operate more than 80 percent of the flights to and from San José in Costa Rica and Santo Domingo in the Dominican Republic. The airline would also operate more than 70 percent of the flights from Fort Lauderdale to Punta Cana in the Dominican Republic, Cancun in Mexico and New York/La Guardia.

For some routes, primarily in and out of Fort Lauderdale, the new synergy would be the only option for travelers. They include flights to various destinations in the Caribbean and South America. To appease regulators, JetBlue offered to preemptively divest Spirit’s assets in Boston and New York, where American and JetBlue have teamed up. JetBlue also said it hoped to expand at major airline hub airports such as Las Vegas, Dallas, Houston, Chicago, Detroit, Atlanta and Miami.

The airlines have said their goal is to finish integrating their operations by the first half of 2024 and start flying as a single carrier a year later. If regulators prevent the sale, JetBlue Airways has agreed to pay Spirit Airlines US$ 70 million and Spirit shareholders US$ 400 million. Even if regulators let the deal go through, airline mergers are notoriously difficult to pull off, requiring the integration of IT systems, aircraft fleets, company cultures and unions with different rules. Consumer advocates and union officials have expressed skepticism about the deal, saying workers and customers often lose out in such combinations.

JetBlue Airways and Spirit Airlines serve a customer base that is younger and more likely to have children than the general population, according to surveys of thousands of travelers from both airlines conducted during the first nine months of the year by Morning Consult Brand Intelligence, a research firm. research. JetBlue’s customers tend to be wealthier, but that may reflect its strength in the Northeast, the region with the highest household income.

PUBLISHER: Airgways.com
DBk: Jetblue.com / Spirit.com / Joe Raedle / Airgways.com
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OWNERSHIP: Airgways Inc.
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