Boeing perspectiva de Moody dobla hacia abajo en la importancia de Wichita
AW | 2016 08 18 22:07 | INDUSTRY
La opinión de Moody de que el Boeing Co. ahora se basa principalmente en dos aviones de la mayor parte de sus beneficios de relieve el estado de Wichita pieza clave que Spirit AeroSystems Inc. y el grupo local de la aviación comercial tiene en la cadena de suministro global del gigante aeroespacial.
De acuerdo con un informe de la calle, el analista de Moody de Russell Solomon reiteró recientemente una calificación A2 de Boeing y señaló que su gran 737 cartera y sus órdenes de cambio de juego de 787 a compensar un futuro muy incierto para la 747 y la desaceleración de la 777.
Tanto el 737 y 787 están conectados vitalmente a la capital del aire. Spirit construye alrededor del 70 por ciento de cada 737 que Boeing entrega.
El 737 es el programa de aviones más importante para la economía de Wichita, como el propio trabajo del Espíritu se complementa con la de una amplia gama de otros fabricantes locales que forman parte de su cadena de suministro.
Boeing tiene una cartera de pedidos 737 de 4.404 pedidos en cartera – 3.278 para el próximo 737 MAX – y será el aumento de la tasa de producción de 42 por mes a 47 por mes el año que viene ya que pasos su camino a una tasa eventual del 57 al mes en 2019.
Moody cree que mantendrá el 737 una «gran fuente de ingresos» para Boeing, lo que significa que seguirá siendo uno de Spirit también.
Espíritu, que tiene trabajar en todos los programas comerciales de Boeing y Airbus en múltiples plataformas, también tiene una declaración trabajo crítico sobre el material compuesto 787.
La compañía ofrece toda la parte delantera del fuselaje de Wichita – del bobinado del barril compuesto para la instalación de toda la cubierta de vuelo.
Esas secciones del fuselaje, que incluso se someten a pruebas de vuelo simulado en el software instalado, mientras que en Wichita, son posteriormente trasladados junto con otros componentes del 787 a las instalaciones de Boeing en Everett, Wash., Y North Charleston, Carolina del Sur, en el 747 modificado conocido como el Dreamlifter.
Boeing indicó recientemente que dejar que el mercado dicte futuros aumentos de las tasas en el 787, pero la tasa actual de 12 por mes ya se le proporciona la mayor producción mensual de cualquier programa de aviones de fuselaje ancho en la historia de la aviación.
Moody’s Boeing outlook doubles down on Wichita’s importance
Moody’s belief that the Boeing Co. now primarily relies on two aircraft for the bulk of its profits underscores the linchpin status that Wichita’s Spirit AeroSystems Inc. and the local commercial aviation cluster holds in the aerospace giant’s global supply chain.
According to a report from The Street, Moody’s analyst Russell Solomon recently reiterated an A2 rating on Boeing, noting that its large 737 backlog and its game-changing 787 Dreamliner offset the dim future for the 747 and slowing orders for the 777.
Both the 737 and 787 are vitally connected to the Air Capital. Spirit builds about 70 percent of every 737 that Boeing delivers.
The 737 is the single most important aircraft program to Wichita’s economy, as Spirit’s own work is supplemented by that of a vast array of other local manufacturers that are part of its supply chain.
Boeing has a 737 backlog of 4,404 unfilled orders — 3,278 for the coming 737 MAX — and will be increasing the production rate from 42 per month to 47 per month next year as it steps its way to an eventual rate of 57 a month in 2019.
Moody’s believes that will keep the 737 a “big earner” for Boeing, which means it will remain one for Spirit as well.
Spirit, which has work on all Boeing commercial programs and on multiple Airbus platforms, also has a critical work statement on the composite 787.
The company delivers the entire forward fuselage out of Wichita — from winding the composite barrel to installing the entire flight deck.
Those fuselage sections, which even undergo simulated flight testing on the installed software while in Wichita, are later flown along with other 787 components to Boeing facilities in Everett, Wash., and North Charleston, S.C., on the modified 747 known as the Dreamlifter.
Boeing recently indicated it would let the market dictate any future rate increases on the 787, but the current rate of 12 per month already gives it the highest monthly output of any wide-body aircraft program in aviation history. A\W