AW | 2016 08 30 11:27 | AIRLINES
Los gremios aeronáuticos exigen una suba del 50%; la empresa estatal no está dispuesta a superar el 31%
Con el presupuesto anual ya ejecutado casi en un 80 por ciento, Aerolíneas Argentinas afronta una de las más exigentes pruebas en su desafío de reducir el déficit: la negociación salarial con el intrincado mapa gremial del sector aeronáutico.
El pronóstico de conflicto parece ineludible: la Federación Argentina del Personal Aeronáutico (FAPA), que agrupa a los cinco gremios mayoritarios de la actividad, exigió un aumento salarial del 50%. Sin dudas, las pretensiones chocaron con la primera oferta informal que se deslizó desde la empresa estatal: 25%. Tras el rechazo, la gestión evalúa un nuevo ofrecimiento: 31% en tres cuotas, en línea con lo que fue el convenio con el personal de la administración pública sellado por UPCN y ATE. O un incremento del 36% más un bono no remunerativo, como se dio en una de las concesiones de los comercios del free shop de Ezeiza.
“El 31% que se le dio a UPCN es una referencia bastante alta para la situación en la que está Aerolíneas”, dijeron a LA NACION desde la empresa estatal, que dirige Isela Costantini.
Los gremios aeronáuticos exigen una suba del 50 %. Aerolíneas Argentinas no está dispuesta a superar el 31 %
Si bien la paritaria de los aeronáuticos vence en septiembre, los gremios anticiparon la negociación. Incluso, tres de los diez sindicatos más poderosos ya aceleraron los plazos: convocaron a asambleas para que sus dirigentes estén facultados para tomar posibles medidas de fuerza. Nada de eso sucederá en el corto plazo porque en algunos casos está vigente la conciliación obligatoria. Mañana habrá una reunión clave en el Ministerio de Trabajo. El sector aeronáutico es particularmente sensible a la conflictividad, porque basta con que adhiera una sola rama para que la actividad se detenga.
La pulseada salarial llega crispada también por otros motivos: Aerolíneas Argentinas restringió la cesión de pasajes gratis a los familiares de sus casi 12.000 empleados y la nueva gerencia no aceptó dar un plus salarial antes de la paritaria, como solía hacer el kirchnerista Mariano Recalde. El Estado, en su rol de empleador, redujo también los aportes no remunerativos a los controladores aéreos, agrupados en ANAC-ATE.
El cierre de la paritaria de Aerolíneas Argentinas influirá después en la privada Latam, continuadora de Lan. Pero, más allá de los salarios, los gremios plantearán en la negociación qué política aerocomercial pretende llevar adelante el Gobierno. Es decir, la discusión salarial se teñirá de política e ideología. Los sindicalistas sospechan que Mauricio Macri tiene intenciones de privatizar Aerolíneas Argentinas si comprueba que le genera más problemas que beneficios.
“No hay una estrategia con un sentido coherente de mantener lo que hay. Hay una apertura indiscriminada para que compitan otras empresas en el país. Hay un ajuste gradual”, planteó Ricardo Cirielli, jefe de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (Apta). Cirielli ya cerró filas con sus pares Pablo Biró, de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), y con Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, para ir por una suba salarial del 50%. La interna de la CGT sólo podría dividirlos. Hay diferencias entre los aeronáuticos porque sólo Brey accedió a un lugar en el consejo directivo de la central obrera.
Biró también cuestionó a la gestión de Costantini y al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. “Piden eficiencia, pero el Gobierno autoriza a Lan a vender pasajes a Nueva York sin tener un avión, ya que el que opera es American Airlines. Así la competencia es muy difícil”, cuestionó el referente de los pilotos.
“Vamos a ir a fondo con la paritaria porque no tenemos margen. Pedimos un bono y nos dijeron que no. A esto se le suma que los trabajadores de Sol que fueron reincorporados aún están sin actividad”, señaló Brey, de Aeronavegantes y un dirigente que responde a los Moyano.
En el rompecabezas gremial hay otro hombre clave: Edgardo Llano, de la Asociación del Personal Aeronáutico. Llano encabeza la FAPA e integra la CTA de Hugo Yasky. Su gremio está colonizado por camporistas.
Aerolíneas the joint tighten by the plan to reduce the deficit
The aeronautical unions demand an increase of 50%; the state company is not willing to exceed 31%
With the annual budget and executed almost 80 percent, Aerolíneas Argentinas faces one of the toughest tests in its challenge of reducing the deficit, wage bargaining with the union intricate map of the aeronautical sector.
The prognosis of conflict seems inescapable: the Argentina Federation of Aeronautical Personnel (FAPA), which groups the five major unions activity, demanded a wage increase of 50%. Undoubtedly, the claims collided with the first informal offer that slipped from the state enterprise: 25%. After the rejection, management evaluates a new offer: 31% in three installments, in line with what was the agreement with the staff sealed by UPCN and ATE public administration. Or an increase of 36% plus a bonus not remunerative, as it became one of the concessions trades Ezeiza free shop.
“The 31% that was given to UPCN is a fairly high benchmark for the situation in which it is Airlines”, they said to La Nación from the state company, who runs Isela Costantini.
The aeronautical unions demand an increase of 50%. Aerolineas Argentinas is not willing to exceed 31%
While parity of aeronautical expires in September, guilds anticipated negotiation. Even three of the ten most powerful unions and accelerated deadlines: meetings convened for its leaders are empowered to make possible industrial action. None of that will happen in the short term because in some cases compulsory conciliation is in effect. Tomorrow will be a key meeting in the Ministry of Labour. The aeronautical sector is particularly sensitive to the conflict, because just one branch to adhere to the activity stops.
Wage pulseada also comes contorted for other reasons: Aerolineas Argentinas restricted the transfer of free tickets to the families of its nearly 12,000 employees and the new management did not agree to a salary plus before parity, as he often did Kirchner Mariano Recalde. The State, in its role as employer contributions also reduced non-remunerative to air traffic controllers, grouped into ANAC-ATE.
The closure of peer influence Aerolíneas Argentinas after the private Latam, continuing Lan. But, beyond wages, unions arise in negotiating commercial aviation policy which will continue the Government. That is, the wage discussion stain of politics and ideology. Unionists suspect Mauricio Macri intends to privatize Aerolíneas Argentinas if it finds that generates more problems than benefits.
“There is a strategy with a coherent sense to keep it there. There is an indiscriminate opening to compete other companies in the country. There is a gradual adjustment”, stated Ricardo Cirielli, head of the Association of Aeronautical Technical Staff (APTA). Cirielli and closed ranks with his peers Paul Biro, of the Association of Airline Pilots (APLA), and John Paul Brey, Air Crew, to go for a 50% wage hike. The internal of the CGT could only divide. There are differences between the aeronautical because only Brey agreed to a place on the board of the central working.
Biro also questioned Costantini management and Transport Minister Guillermo Dietrich. “They ask efficiency, but the government authorizes Lan to sell tickets to New York without a plane, since it operates is American Airlines. This competition is very tough,” questioned the reference pilots.
“Let’s go in depth with equal because we have no room. We asked for a bonus and they said no. To this is added that workers of Sol Líneas Aéreas were reincorporated are still without activity,” Brey, Air Crew said and leader which responds to Moyano.
In union there is another key man puzzle: Edgardo Llano, the Association of Aeronautical Personnel. Llano tops the FAPA and integrates CTA Hugo Yasky. Your guild is colonized by camporistas. A\W
Ξ A I R G W A Y S Ξ
SOURCE: lanacion.con.ar
DBk: Photographic © AIRGWAYS
AW-POST: 201608301127AR
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