La disputa entre Boeing y Bombardier
AW | 2017 10 15 12:37 | INDUSTRY

La disputa entre Boeing y Bombardier se ha vuelto un dolor de cabeza político a ambos lados del Atlántico
El Presidente de Canadá se reunió con su par estadounidense Donald Trump y por otro lado, Teresa May, Primer Ministra de Reino Unido, pide ayuda tras la decisión de Washington de imponer un fuerte arancel a una fábrica de Bombardier en Irlanda del Norte, un territorio clave para el Gobierno de Gran bretaña.
La que parecía una pequeña disputa entre Boeing y Bombardier se ha vuelto un dolor de cabeza político a ambos lados del Atlántico tras el anuncio del Departamento de Comercio de Estados Unidos de imponer un arancel del 220 % a los aviones de la CSeries de Bombardier, cuyas piezas son fabricadas en una planta de Belfast. “Amargamente decepcionada por la decisión inicial sobre Bombardier”, reconoció la primera ministra británica, Theresa May, antes de reclamar por vía telefónica al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayudara a resolver la disputa para los que definió como empleos vitales para Irlanda del Norte.
Este anuncio supuso un problema directo para la primera ministra británica, quien gobierna en minoría gracias al apoyo del Partido Unionista Democrático (DUP) del Ulster, liderado por Arlene Foster, quien no tardó en pedirle que intermediase para salvar los 4.200 puestos de trabajo de la planta de Bombardier en Irlanda del Norte.La factoría, que comenzó a operar en el 2009 y fue valorada en 560 millones de libras (unos 635 millones de euros), fue en su momento la mayor inversión en Irlanda del Norte procedente de fuera del Reino Unido. En la actualidad, Bombardier es el principal empleador manufacturero en la región, la más pobre de las cuatro en las que se divide el Reino Unido, y cuya futura frontera está llena de sombras por la falta de consenso en las negociaciones del divorcio europeo entre Londres y Bruselas.
En este escenario, la respuesta de Downing Street fue clara e inmediata, advirtiendo a Boeing de que la puesta en marcha de represalias desde su lado eran fáciles de activar. Su mejor baza para contrarrestar la decisión de Washington sería dejar a la compañía estadounidense fuera de los futuros contratos que asigne el ministerio de Defensa británico para la compra de aviones y helicópteros. Londres descarta por el momento cancelar los pedidos ya cerrados con Boeing de nueve aviones espía P-8 y 50 helicópteros Apache, pero recalcó que la firma está buscando otros contratos en el Reino Unido. “Sabemos que volverán a llamar a nuestra puerta”, filtraron sin tapujos fuentes ministeriales británicas a la prensa. El Departamento de Comercio americano actuó en respuesta a la queja de Boeing, que acusa a Canadá de subvencionar de forma injusta a su rival, pero las repercusiones más fuertes tuvieron lugar en los despachos del Gobierno británico en Londres, preocupado por el apoyo político desde Irlanda del Norte. En su defensa, Boeing alega que Bombardier ha recibido en total unos 2.500 millones de euros en subsidios procedentes de Reino Unido y Canadá, lo que le permite vender sus aviones a Delta a un menor precio que el coste de producción.
“No es el comportamiento que esperamos de Boeing y llega a complicar nuestras relaciones futuras con ellos”, advirtió el ministro de Defensa británico, Michael Fallon. “Boeing quiere y nosotros queremos una asociación a largo plazo, pero tiene que ser de doble vía”, puntualizó.
La disputa pone en entredicho la capacidad del Reino Unido para tender puentes con Estados Unidos y tener una fuerte relación comercial al otro lado del charco cuando salga de la Unión Europea. El Ejecutivo de May insiste en poner la mirada en países como China, Australia y Singapur para reemplazar los actuales contratos con su principal socio comercial, el bloque común, pero este primer patinazo hacer despertar los temores de que las cosas no serán tan fáciles como prometen los brexiters.
The dispute between Boeing and Bombardier
The dispute between Boeing and Bombardier has become a political headache on both sides of the Atlantic
Presidebte of Canada met with his American counterpart Donald Trump and on the other hand, Teresa May, Prime Minister of the United Kingdom, asks for help after Washington’s decision to impose a heavy duty on a Bombardier factory in Northern Ireland, a territory key to the Government of Great Britain.
What appeared to be a small dispute between Boeing and Bombardier has become a political headache on both sides of the Atlantic following the announcement by the US Department of Commerce to impose a 220% tariff on Bombardier CSeries jets. parts are manufactured in a Belfast plant. “Bitterly disappointed by the initial decision on Bombardier,” British Prime Minister Theresa May acknowledged before phoning US President Donald Trump to help resolve the dispute she defined as vital jobs for Ireland northern.

4,500 NI jobs in the balance as US rules against Bombardier
This announcement was a direct problem for the British prime minister, who rules in the minority thanks to the support of the Ulster Unionist Democratic Party (DUP), led by Arlene Foster, who promptly asked him to intervene to save the 4,200 jobs of the Bombardier plant in Northern Ireland. The factory, which started operating in 2009 and was valued at 560 million pounds (about 635 million euros), was once the largest investment in Northern Ireland from outside the Kingdom United. Bombardier is currently the largest manufacturing employer in the region, the poorest of the four in which the United Kingdom is divided, and whose future border is filled with shadows by the lack of consensus in the European divorce negotiations between London and Brussels.
In this scenario, Downing Street’s response was clear and immediate, warning Boeing that retaliating from its side was easy to activate. His best chance to counter Washington’s decision would be to leave the US company out of future contracts assigned by the British Defense Ministry for the purchase of planes and helicopters. London dismisses for now the orders already closed with Boeing nine aircraft spy P-8 and 50 Apache helicopters, but stressed that the firm is looking for other contracts in the UK. “We know they will knock on our door again,” British press sources said. The US Department of Commerce acted in response to Boeing’s complaint, which accuses Canada of unfairly subsidizing its rival, but the strongest repercussions occurred in British government disputes in London, concerned about political support from Ireland northern. In its defense, Boeing claims that Bombardier has received a total of about 2.5 billion euros in subsidies from the United Kingdom and Canada, allowing it to sell its aircraft to Delta at a lower price than the cost of production.
“It’s not the behavior we expect from Boeing and it complicates our future relations with them,” British Defense Minister Michael Fallon warned. “Boeing wants and we want a long-term partnership, but it has to be two-way,” he said.
The dispute calls into question Britain’s ability to build bridges with the United States and have a strong business relationship across the pond when it leaves the European Union. May’s executive insists on looking at countries such as China, Australia and Singapore to replace current contracts with its main trading partner, the common block, but this first skid will raise fears that things will not be as easy as they promise the brexiters. A \ W
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SOURCE: Airgways.com
DBk: Airgways.com / Irishtimes.com / Reuters.com
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